ADOLESCENCIA

Adolescencia, sinónimo de rebeldía, inseguridad y descubrimientos para el adolescente, sinónimo de confusión para muchos padres. Nosotros, conscientes de los "peligros  que acechan" y las situaciones de riesgo que con seguridad vivirán, no sabemos cómo proceder. No sabemos cómo ser el mejor padre, la mejor madre.

¿Los mejores padres? Probablemente aquellos que aprenden y comprenden la etapa y pueden dar respuesta a las necesidades de los muchachos. Ni muy rígidos ni muy permisivos. A veces será necesario ordenar, otras ceder y otras pactar. 

Necesitan saber qué no quieren ser, a partir de experiencias, si bien aun cuando creen tener este aspecto claro, surge la incertidumbre del dibujo del futuro: le cuesta imaginarse de adulto.

Habitualmente no les gusta ser quién eran pero no saben aún quien quieren ser. Para asumir y expresar lo que ya no es, suele adoptar actitudes burlescas del mundo infantil, mostrando su disconformidad y su no identificación con el mismo.

Y es aquí, en esta fase, donde las figuras del "ídolo" entran en juego. Por lo general, y facilitado por los medios de comunicación, los ídolos suelen ser figuras del mundo de la música o actores, cuyo liderazgo tiene fecha de caducidad. 

Recordemos que el preadolescente se pregunta quién es y quién quiere ser, y su identificación con su grupo de pares y la pertenencia al grupo son elementales para satisfacer esta respuesta.

Nuestra misión como padres, la misión de la familia es estar junto a ellos para que sepan dar respuesta a su necesidad de independencia. Resulta importante saber transformar la angustia de la incertidumbre en diálogo, recordando que en una conversación los (pre)adolescentes no aceptarán consejos salvo que ellos los pidan, necesitan saber que confiamos en ellos, pese a las situaciones de riesgo que sabemos como padres que vivirán. 

Muchos padres adoptan roles autoritarios e intolerantes, porque no conocen otra manera de enfrentar la situación. Recordemos que cuando manifestamos que un (pre)adolescente es intolerante, lo frecuente es que tenga un modelo al que está copiando. 

Muchas conductas desafiantes tienen una respuesta muy diferente y una resolución sorprendente cuando se abordan desde la tolerancia. 

Pero para ello quizá sea necesario un poco más de formación y conocimiento de nosotros, los padres, hacia esa etapa de quienes nos pre-ocupan, nuestros hijos.