miércoles, 31 de julio de 2013

AUTOCONOCIMIENTO

Siguiendo el trazado de la línea de ayer, hoy quisiera reflexionar sobre el autoconocimiento.
¿Crees que te conoces bien? ¿Qué es conocerte bien?
Qué siento, cuándo se activa ese sentimiento, por qué tiene esa intensidad (o no), por qué me siento herid@, por qué me genera... enfado, ira, alegría, satisfacción....
Sentimiento. Emoción. Emoción. Sentimiento. ¿Cuál es la diferencia? ¿Te has parado a pensar cuándo dices "sentimiento" o cuándo "emoción"? ¿Aleatoriamente? ¿O realmente identificas uno de otro?

Una emoción es una reacción biológica, instintiva, es una reacción "que no procesamos", sale sola. La sentimos, dura un tiempo concreto y desaparece. No existe porque interpretamos datos, no existe porque influye nuestra interpretación. Es común a tí, a mí, y a todos. A diferencia, los sentimientos surgen de la emoción, es por así decirlo el vehículo de la emoción, y ahora sí le incorporamos interpretación, si "lo hacemos nuestro", ya no es lo mismo para mí que para tí. Nuestro cuerpo "lee" el sentimiento a través de neurotransmisores, la reacción se inicia en el cerebro, de ahí "viaja" a nuestro cuerpo y con las ideas que le aportamos en relación a lo sucedido, se termina de configurar el sentimiento. Por tanto, es único.

Cuando decidimos conocernos, decidimos observar como funcionamos. Y es nuestro comportamiento emocional el que nos dará la información realmente de qué somos, de cómo somos, y nos daremos cuenta de qué poca información hemos recibido sobre nuestra conducta emocional. Nos enseñan desde muy pequeños a conducir y desarrollar nuestra inteligencia, la que se mide, la académica. Pero... ¿Cuántos superdotados, cuántas personas con un elevado coeficiente intelectual no saben conducir satisfactoriamente su vida personal, familiar, sentimental o su vida social? Yo conozco algunos, y probablemente tú también. ¿De qué nos sirve un elevado CI si no somos felices en nuestra vida? ¿De qué nos sirve acumular mucho conocimiento académico si no sabemos resolver situaciones sociales que requieren "tacto"? La combinación de ambas inteligencias, la académica-intelectual y la emocional se combinan en una fórmula cuyo resultado es satisfacción, éxito personal.

Desde pequeños nuestra personalidad se va configurando, se va modelando. Lo que nuestros mayores nos dicen, cómo nos lo dicen, lo que opinan de nosotros.. todo ello va modelándonos. Y en base a todo ello, y resumiendo mucho.... elaboramos nuestro autoconcepto. Nos vemos y definimos de determinada manera, en base a lo que hemos vivido, cómo lo hemos vivido, y quiénes han influído en ello. Porque queramos o no, la opinión de los demás cuenta.
Y cuando nos preguntamos por qué actuamos cómo actuamos, hemos de remontarnos a esta etapa. Para entender por qué nos exigimos, para entender por qué nos enfadamos, para entender por qué nos motivamos o desmotivamos.... volviendo sobre nuestros pasos en nuestra vida, podremos indagar en aquello que determinó que el molde adquiriera esa forma y no otra. Y es entonces cuando podemos, como alfarero en el torno, modelar nuestra escultura.
Íntimamente ligado a esta construcción, encontramos el concepto de autoestima. De nuestra relación social, familiar, nuestros resultados académicos, nuestra visión de nosotros mismos elaboramos nuestro autoconcepto. Así podemos decir que el autoconcepto es lo que pensamos de nosotros mismos y la autoestima es  cómo valoramos lo que pensamos de nosotros mismos.  Y aquí entra un nuevo jugador, la autoconfianza.... ¿qué expectativas tienes sobre tu propia personalidad?
Un trío indisoluble, un trío retroalimentado, que merece que le dediquemos atención y cuidado, tiempo y dedicación, porque la recompensa puede ser una nueva escultura.






martes, 30 de julio de 2013

NADA ES TAN PERMANENTE COMO EL CAMBIO

Los grandes eruditos ya lo decían, "No puedes bajar dos veces el mismo río, pues nuevas aguas corren sobre tí" (Heráclito)
La vida es cambio, la vida es adaptación, la vida pide acción.
Mira la naturaleza : todo se transforma. Nada permanece inmutable, salvo el cambio. Siempre estable, siempre fijo, siempre presente.... el cambio.

Pretender que tu vida sea estática, frenarla ...  ¿Para qué? ¿Qué pretendes? Quizá busques seguridad. ¿Si? ¿Y de qué temes? ¿Del mañana? ¿Y si el mañana es infinitamente mejor que el hoy? Ah!! claro, puede ser peor. Pero también puede ser mejor.
El ser humano está genéticamente preparado para adaptarse a los cambios, nuestros mecanismos de adaptación son sublimemente perfectos. Susceptibles de ser dañados, sí, pero perfectos.

Es cierto que popularmente nos invaden y acechan mensajes que nos invitan a quedarnos quietos, porque seguro que has oído el típico "Virgencita, virgencita que me quede como estoy" ó "Más vale malo conocido que bueno por conocer" 
Sin embargo, yo me quedo con Darwin, que además de legarnos su teoría de la evolución, nos dejó una reflexión (entre otras) que comparto con vosotr@s : "No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive, es aquel que es más adaptable al cambio. "

Mi vida, como la de todos, ha sido invitada por el destino a vivir múltiples cambios. En el inicio del camino, años atrás, la rigidez me acompañaba. El temor, la incertidumbre, el no saber qué pasará...en definitiva, ni más ni menos que miedo. Miedo a lo desconocido,  miedo a no saber qué hacer ante una situación nueva. Miedo a fracasar. Tal vez miedo a fracasar.
Y tras esos miedos, subyace la verdad. ¿La verdad? La verdad, mi verdad, es que no te conoces hasta que te sientas y comienzas a tomarte un café, contigo misma, dialogando desde el corazón. Es entonces cuando inicias un diálogo que probablemente no tenga fin hasta que el bolígrafo de tu biografía se quede sin tinta. Hasta que tu ser decida adoptar otro vehículo, seguirás escribiendo tu verdadera  biografía según tu diálogo interno.
Y ahí el temor no tiene cabida. Cuando te conoces, la seguridad en tí crece exponencialmente, manejas tus emociones, controlas tus impulsos, sosegas tu ansiedad... no es el autocontrol una represión emocional, no, en absoluto. Desarrollar autocontrol sobre tí mism@ no es más (ni menos) saber mantener equilibradas las emociones y saber enfocarlas convenientemente.  Porque todo sentimiento es válido. Porque todo sentimiento tiene su valor y significado.
Cuando te conoces, sabes manejar eficientemente tu mundo emocional. Soportas bien las tensiones, y permaneces sereno ante la incertidumbre. Y esto se traduce en  calidad a tus decisiones.
Y sin duda, sin duda alguna, esto tiene un precio. Precio que merece la pena pagar.
Recorrerás carreteras, pagarás peajes, te perderás y te encontrarás, conocerás amigos, identificarás "enemigos", pasarás por lugares inhóspitos y por lugares de ensueño, paisajes que quedarán grabados en tu retina y en tu corazón, seres que siempre y pese a la distancia o circunstancias estarán a tu lado... esfuerzo y alegría, sudor y pena, melancolía y efusión... distintos precios que quedarán registrados en el coste del  itinerario de tu recorrido, pero que pagas con satisfacción porque te permiten conocerte, crecer, desarrollarte, y sobre todo y para mí lo más bonito y lo más grato, compartir tu esencia, tu ser y tus vivencias con otros navegantes emocionales.

Feliz martes :)


sábado, 6 de julio de 2013

A HORAS, SOLO UNAS HORAS...

Sólo unas horas....
¿Me pueden los nervios....? Horas, me quedan unas horas; muy afortunada por ser una de las que el azar a elegido para nadar los 5'900 metros que separan Tabarca de la costa en este 7 julio de 2013.
Obstáculos salvados para ir entrenando, momentos de agotamiento superados, rendida a otros... una temporada en la que me he "tanteado" y conocido mucho mejor. He visto cuándo y cómo mis esfuerzos se rendían al agotamiento, he visto cuándo y cómo superarme, he aprendido la forma en que he de hablarme cuando creo que no me queda nada, cuando creo que no hay fuerzas... y es que siempre hay.
SIEMPRE hay algo más en mí. Como bien dicen mis compañeros de travesías, "Cuándo te falten las fuerzas, piensa en todos los compañeros que no han tenido la suerte de estar en tu lugar, piensa en los que en este mismo instante se cambiarían por tí"

Lo que no haga mañana cuando me pesen los brazos, lo que no haga mañana cuando mis pulmones se sientan pequeños y deseen tener más aire, lo que no haga mañana cuando levante mi mirada y solo vea agua y agua, cuando vea la costa lejana, cuando me sienta sola, cuando a tramos nade sola viendo a las piraguas atentas a cualquier movimiento de demanda de ayuda, lo que no haga en el más duro de mis momentos, se quedará sin hacer. Así que... NO, no dejaré nada sin hacer. Lucharé, sacaré fuerza, como alguien me dijo una vez..."Que tu nado tenga la garra del tiburón y la elegancia del delfín" 

Porque los más grandes nos dan su ejemplo para algo. Esfuerzo, constancia, esfuerzo, constancia, esfuerzo....esfuerzo...esfuerzo...
Porque cuando los ves, lo vives, porque cuando los ves, cada poro de tu piel respira emoción y pasión, porque tu alma vibra con cada movimiento que hacen con esa garra y elegancia que les caracteriza.
Porque nos enseñan que si lo quieres, peléalo. Si lo quieres, lúchalo.





Por mí, porque me lo debo, por todo lo que he luchado y sudado esta temporada, porque nadie dijo que fuera fácil, porque los grandes retos nunca son fáciles, porque el mejor premio que pueda darme a mí misma es acabarla con satisfacción, salir del agua cansada, sabiendo que he dado lo mejor de mí durante esos 5'900 metros, orgullosa de haber cumplido con mis expectativas.
Porque quiero entrar en meta con una sonrisa de satisfacción tatuada en mi cara.

martes, 2 de julio de 2013

Y DETRÁS... OTRO, Y OTRO, Y OTRO....


¿Por qué corres?
Porque es más que cruzar la meta.

Porque no se trata de ganar o hacer podium,
porque no se trata de quedar entre los 10 primeros,
se trata de hacerlo,
y hacerlo entregándote al 100% en ello.




¿Por qué nado?
Porque me siento libre.
Porque escucho mi cuerpo.
Porque sufro y sonrío a la vez.
Porque aprendo de mí, aprendo
a entender los mensajes de mi cuerpo.

Sí, corro y nado para olvidar aquello
que me asfixia;
Sí,corro y nado para conectar conmigo,

A días de nadar Tabarca-Sta Pola, mis esfuerzos se tendrán que duplicar, mi motivación se tendrá que elevar a la máxima potencia... y ante todo pronóstico, será todo un reto.
Nueve meses preparándola, nueve meses de ilusión y esfuerzo... miro atrás y veo meses de levantarme antes que el sol saliera para entrenar, veo meses de compromiso conmigo misma, veo múltiples obstáculos salvados que surgieron en mi camino invitándome amablemente a abandonar mi objetivo.
Tal vez no alcance el tiempo que hace nueve meses marqué como objetivo, tal vez no mejore todo lo previsto, pero lo que sí es cierto es que desafié y vencí una multitud de dificultades que la vida me regaló para que yo los superara.

Y la vida es una travesía. Cada uno nada la suya. Te marcas tu entreno y te surgen imprevistos. Te marcas unos tiempos y te esfuerzas por alcanzarlos. Pero .... sin dificultades por el camino, la superación sería mínima.

¿Por qué tu vida está llena de objetivos cumplidos y nuevos establecidos?
Porque es más que cumplirlos.
Porque es más que dar lo mejor de tí.
Porque es demostrarte que no hay imposibles.

Detrás de un objetivo hay otro, y detrás hay otro, y detrás... muchos más. No hay final. No existe el final.



SILENCIO.....


El silencio. Ese gran aliado. Ese inseparable contertulio al que a veces no podemos soportar.
El silencio.
Media noche.
La oscuridad de la noche me invita a pasear bajo el cielo estrellado. Inspiro profundamente. Rosas... Galán de noche... Jazmín.... y alguna otra planta ornamental cuyo aroma no llego a identificar me acompaña unos pasos bajo las estrellas.
Querido silencio, acompáñame unos instantes. Tu grata compañía me resulta reconfortante. Me da claridad en medio de la oscuridad. Me habla entre el bullicio. Y ahora, en compañía de las estrellas, es más fácil oirte. Tan sólo el croar de las ranas rompen el silencio de la noche.
Una noche fresca. Oscura.
Me ofreces varios temas. Y todos ellos los eludo. Hoy prefiero caminar sólo en tu compañía. No hablemos. Quiero tu presencia, el silencio.
Dejemos en mi mente macerar aquellas ideas que me expones, para que cuando los rayos de sol toquen en unas horas mis ojos, cuando mis párpados sientan su calor, y me despierten con suavidad, la paz de la noche haya permitido a mi alma madurar tu diálogo.
Pero ahora no, aún no. Aún no.
Ahora miro el cielo. Tan minúscula a la vez que tan elemental en el mundo.... prescindible, pero pieza clave. Prescindible, pero eje que articula un sin fin de movimientos. Todos y cada uno de nosotros somos tan minúsculos como gigantes, parte de un puzzle, pieza clave sin la cual el puzzle carece de sentido. Pieza clave sin la cual, la imagen sería imposible de adquirir su forma...
Eres, somos, parte de un todo. Podemos ser pequeños, muy pequeños, o grandes, muy grandes, pero tanto la más diminuta de las piezas como la más grande y visible, tienen su posición dentro del puzzle. Y sin nosotros, el sentido está incompleto.




lunes, 1 de julio de 2013

AQUELLO QUE MENOS PENSABAS


Pensaba sobre el azar, sobre las coincidencias, sobre eso que suele llamarse "mira que casualidad", y fíjate por dónde... tropecé (leyendo un artículo) con este corto que os dejo al final.

Éste me llamó poderosamente la atención, porque podemos aplicar la "casualidad" a absolutamente todas las parcelas de nuestra vida, y muchas veces ignoramos o más bien hacemos como que ignoramos aquellas señales que la vida nos envía.
A veces porque requiere cierto grado de valentía. A veces porque requiere cierto grado de sinceridad. A veces porque requiere cierto grado de compromiso con uno mismo. A veces porque requiere algo que creemos no estamos preparados para desarrollar.
Sin embargo, y pudiendo errar... tengo un pleno convencimiento de que si algo viene a nuestra vida, es porque estamos preparados.
Área profesional, personal, familiar, sentimental....sea la que fuere, si ha llegado cuestiónate que quizá tengas  jugado un previo que te prepare para la final, ¿no crees que pueda ser? Deja espacio a la duda, y siéntelo.
Estoy segura de que muchas más cosas serían posibles si no sucumbiéramos al miedo.
La Dra. Elisabeth Kübler-Ross, conocida por su trabajo con enfermos terminales, constató que las personas   que saben que su final está cercano, todas y cada una de ellas, coinciden en un punto:
Hubieran arriesgado más, hubieran apostado más.

Y no arriesgamos más por miedo, por inseguridad, por temor a qué pudiera pasar, a que los resultados no sean los "esperados", ¿Y cuáles son los esperados? ¿Aquellos que podemos enclavar como conocidos y ante los cuales sabemos reaccionar? ¿O quizá los resultados esperados son aquellos que nos hacen generar nuevas conductas, nuevos descubrimientos de nosotros mismos, nuevas formas de solucionar una dificultad?
La mayoría de las personas buscan lo rutinario, porque saben como reaccionar ante ello.
Y sin duda, lo maravilloso del día a día es descubrir que ante una situación diferente tu cuerpo reacciona, genera adrenalina, tu mente busca soluciones y tu alma galopa junto a tu corazón. Porque vive. No sobrevive,no. Vive.

Reflexionaba....En ocasiones la vida nos regala .... nos hace regalos. Y normalmente no hacemos quizá todo el caso que merecen. A veces, la vida misma nos enseña bajo distintos disfraces los regalos que nos ha preparado a lo largo de nuestro caminar.
No siempre, es cierto, no siempre nos muestra con claridad qué regalo es para nosotros. Quizá debamos ser más atentos al día a día. Quizá debamos prestar más atención a esas pequeñas cosas que vivimos, a esos acontecimientos que denominamos fortuitos. Vivámoslos en su momento.
Casi siempre esperamos.Y cuando vemos que la vida nos los ha mostrado una y otra vez, entonces es cuando decidimos hacer algo. Y puede que incluso  lleguemos a desafiar toda acción prevista, puede que emerja esa parte que ni conocíamos de nosotros mismos.
Incluso puede pasar que cuando ya nos demos por vencidos.... la vida nos empuje disfrazada de cualquier locura a caminar hacia donde ni sabemos que podemos ir, dejándonos guiar, dejándonos empujar por la vida misma.
Eso sí, para que la vida apueste por nosotros yo opino que antes habremos puesto todo de nosotros mismos. Bueno, tal vez opines que recordarlos como meras anécdotas sea mejor opción.
Cada cual que reflexione sobre lo que su interior le susurre. Permítele hablarte. Permítete escucharle.
Y dicho sea de paso... veamos cuántos aviones y hacia dónde nos empujan esta semana :))

¡¡Feliz reflexión!!