miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Y EL CEREBRO DE LAS MUJERES...COMO FUNCIONA?

¡¡Nos toca !! Claro, nosotras también ;)
Dado que no he encontrado un vídeo simpático como en el caso de los hombres, he decidido "ir de cuentos".
Los cuentos y las historias populares, cuentan, y mucho. Transmiten valores, roles, pueden ser historias liberadoras o limitadoras. Los cuentos abren la puerta de la creatividad y pertenecen muchas veces a esos momentos lúdicos, en los que aprendemos jugando (siempre).
Son un reflejo del momento en el que fueron escritos, pero sus valores y sus enseñanzas perduran en el tiempo. A través de los cuentos (escritos y de los que se llevan al cine) las mujeres (bueno, la sociedad, pero hoy toca "ellas") nos identificamos, aprendemos y asumimos roles.
¿Empezamos?
La mujer perfeccionista (Blancanieves), esa superwoman que todo lo puede hacer y que además, lo hace mejor que nadie. Por supuesto, interviene con críticas no muy constructivas cuando otros miembros de la familia/trabajo intervienen en "sus tareas", metiendo la pata....
En su polo opuesto, la mujer sumisa (Cenicienta), la que susurra y murmulla porque está hasta no diré dónde de todo lo que vive y no quiere vivir, pero que lo acepta resignada porque no concibe que pueda hacer ningún cambio.
Viendo estas posiciones en la vida.... surge esa mujer que se rebela por su libertad ( Sirenita o Jasmine), esa mujer que se siente fuerte y segura para enfrentar y argumentar un cambio.
Encontramos a la mujer intelectual, aquella sapiosexual (Bella) que busca más allá de lo que se ve.
Valientes, luchadoras, lideres... como Mulán, Pocahontas...

Todas ellas son estereotipos distintos, y todas, absolutamente todas tienen en común algo.
Todas representan a una mujer con un cuerpo altamente provocador sexualmente (imagina que las películas de la factoría Disney se rodaran con personajes reales en lugar de animaciones, piensa la actriz que daría vida a Meg, en Hércules, o Pocahontas) que gozan de una habilidad sutilmente expuesta como innata, la de "meterse" en problemas y necesitar al hombre para salir de ellos.

¿Hasta que punto muchas mujeres copian, aún inconscientemente estos estereotipos?  ¿Hasta que punto las niñas crecen aún hoy enfocadas en alcanzar un cuerpo perfecto (subrayo: según cánones de la sociedad) y confiadas en que llegará ese "príncipe" que hará de su vida un sueño hecho realidad?

Si pretendemos cambiar lo que hoy no nos gusta de la sociedad, empezamos por mirarnos a nosotras e identificar aquello que hacemos contribuyendo a su permanencia.

¿Olvidar estos cuentos? No. Olvidarlos no, son nuestra cultura. Resignificarlos sí. Saber ver a esas mujeres capaces de identificar sus deseos y enfocarse en ellos. Recordar y subrayar valores como la amistad ... resignificar la dimensión individual, la social, la relacional...
Y aquí la labor máxima... yo opino que es nuestra, de las mujeres. Pienso que es nuestra responsabilidad definir nuestro rol. No se trata de que "que el hombre también lo haga", que también, pero si primero nosotras no nos definimos ni posicionamos (personal y socialmente) ¿realmente esperas que venga alguien a hacerlo,tu príncipe azul quizás?



1 comentario:

  1. Anónimo22:50

    El cerebro de las mujeres no se...pero sí sé algo de como funciona el tuyo!
    Y desde luego...ver para creer. Conocerte para creer.
    Sigue así, el espectáculo está servido.

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