Olas....
Llegan a la orilla para romper con fuerza.
Aguas abiertas o mar cerrado... ruge en ocasiones con fuerza, nos asusta e impone su capacidad de destrucción, a la vez que nos maravilla con la calma de sus aguas.
El mar aúna la fuerza y la templanza, fiereza y calma... y quizá por eso vivo enamorada del mar.
El mar es atrevido, feroz... pero su fondo es calmado, tranquilo, pacífico... la vida en las profundidades es si cabe más maravillosa que en la superficie. Reina el silencio. La paz.
Sus corrientes te pueden llevar en silencio hacia donde deseen. Es audaz, perspicaz.
Su sonido es un regalo.
Has de saber mirarlo para entenderlo. Como al ser humano....Sólo si miras en su interior, verás su auténtica belleza.
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