jueves, 16 de agosto de 2012

Quimera

En ocasiones, cuando dejamos que el silencio inunde nuestro ser descubrimos palabras que nuestros labios son incapaces de pronunciar.
Cuando oteamos el horizonte de nuestra vida, observamos a veces que hay puertas que creíamos cerradas. Miramos con atención y vemos que están entreabiertas, apenas imperceptibles, pero entreabiertas.
Entonces te centras en tí. En realidad no hay nada más valioso que uno mismo. Todo lo material pasa, nos hace la vida infinitamente más cómoda, más fácil, sí, pero pasa. Es corrupto, tiene caducidad..
Sin embargo cuando inviertes en tí, te das cuenta de que el valor de aquello que haces no tiene precio.

La felicidad espera a aquellos que saben esperar. A aquellos que sueñan y viven sus sueños. A aquel que aún cree y sueña aún habiendo sido traicionado, a aquel que todavía anhela amar aún habiendo sido herido...
¿Recuerdas ese momento en que tu corazón se perdió en un estallido de energía que hizo vibrar todo tu ser de forma única, irrepetible? Hay momentos en que extrañas sin control...simplemente, siéntelo. Quizá tu alma sea capaz de atravesar el tiempo y el espacio para unirse, aún momentáneamente,con ese ser amado, para cobijarse sólo unos segundos, entre sus brazos.

El tiempo tiene valor, un valor incalculable. Vive cada segundo como único que es, como irrepetible, como un regalo que la vida te ofrece para que lo explotes y atesores. Porque quizás el tiempo tiene más valor de lo que hoy habías pensado...
¿Sabes cuánto vale una milésima de segundo? ¿No? Pregúntale a uno de los atletas que ganaron una medalla de plata, a una milésima del oro...
¿Sabes lo que vale un segundo? Pregúntale a esa persona que gracias a ese segundo su vida dió un giro inesperado.
¿Sabes lo que vale un minuto? Pregúntale a ese viajero que perdió el tren, el avión o el autobús.
¿Sabes lo que vale una hora? Pregúntale a esos amantes que esperan ansiosos a verse.
¿Sabes lo que vale una semana? Pregunta a ese editor de la publicación semanal.
Y así... podríamos seguir dándole valor al tiempo.
Por eso, vívelo. Si quieres amar, ama. Si quieres llorar, llora. Si quieres reir, ríe. Si quieres estar solo, vive la soledad.  Pero no confundas lo que sientes...

El Amor y el Querer dialogaban.
El Querer le decía al Amor, -"¿Por qué eres tan eterno?"
Y el Amor con gran paciencia respondió,
"Quizá sea por que no poseo nada"
"Eso es imposible. Posees todas las cosas, como yo" -respondió el Querer. "¿Acaso no somos el mismo ser?"
-"¿Tú crees? Pues dime, ¿Qué es lo que posees?"
-"El amante que posee al ser amado. El político que posee el poder. Yo poseo todo aquello que quiero", respondió el Querer.
-"A diferencia, yo cuando amo no poseo al ser o al objeto amado. Amo a una mariposa en vuelo, amo una flor con su tiempo contado, amo al ser que en su vida se asemeja al vuelo de una mariposa y al tiempo contado de una flor." respondió el Amor.
Exaltado el Querer exclamó: -"¡Eso es una Quimera!"
En su inagotable paciencia, el Amor le responde, -"El mundo es una quimera, ¿qué crees que soy yo?"
Leah Abraham






No hay comentarios:

Publicar un comentario