jueves, 24 de mayo de 2012

LOS INVITADOS DE TU NEVERA...

Aeromonas hydrophila, Listeria monocytogenes, Yersinia enterocolotica,Salmonella ... 
¿Los conoces? Éstos son algunos de los invitados a los que sin darnos cuenta podemos amablemente dar la bienvenida a nuestra nevera si no tomamos ciertas precauciones. Veamos cómo tocan la puerta de nuestro hogar.

La temperatura de refrigeración inhibe, frena, el crecimiento microbiano: entre 2 y 5ºC  el crecimiento de los microorganismos se ralentiza. Importante subrayarlo: ralentiza, no destruye. Sin embargo, no todos los patógenos (aquel agente biológico capaz de producir enfermedad) quedan "dormidos" bajo el fresco refugio de la nevera... Pero antes de conocer un poco sobre los mismos, veamos qué condiciones los invitan a entrar:
La temperatura. Controlar la temperatura de nuestra nevera no sólo es importante para conservar bien los alimentos, sino para evitar que las bacterias se reproduzcan. Entre 1 y 4ºC lo conseguiremos.
Separar/ordenar correctamente los alimentos. Alimentos crudos y cocinados nunca deben estar en contacto, por otra parte el orden de colocación de los alimentos dentro de la nevera, según el frío que éstos necesiten es importante mantenerlo.
Limpieza. Es importantísimo limpiar periódicamente la nevera, aún viéndola limpia a simple vista. Un poco de agua caliente y un desinfectante suave es suficiente.
Rotación de alimentos. El que primero entra, sale primero.Un principio tan elemental como éste puede ayudarnos más de lo pensado.Colocar los alimentos nuevos en la parte trasera de la nevera, los más antiguos delante listos para su consumo.
Cerrar la puerta de la nevera. Abrirla durante más tiempo del necesario, no hace más que aumentar la temperatura de la misma, lo cual además de generar un gasto energético superior al esperado, permite la entrada de aire "caliente" al interior de la misma, haciendo variar el equilibrio de temperatura establecido, arriesgando por tanto, el equilibrio del mantenimiento de los productos que tengamos en su interior.

Conozcamos ahora a los posibles invitados.
Aeromonas hydrophila. Es una bacteria que puede aislarse en cantidades importantes en el pescado y derivados. Uno de los principales problemas asociados a este microorganismo es la contaminación cruzada con otros productos en el momento de la preparación de otros alimentos. La correcta higiene es la medida fundamental para evitar su aparición.

Listeria monocytogenes. La listeriosis es una enfermedad poco común pero grave. La bacteria causante, listeria, es un patógeno oportunista, afecta en mayor medida a segmentos de población vulnerables: personas mayores, embarazadas, recién nacidos...
Causa fiebre y dolores musculares,precedidos o no por diarrea o molestias gastrointestinales y dolor de cabeza.
Hablamos de una bacteria ampliamente distribuida en el ambiente por lo que las medidas que tomemos para evitar adquirir Listeriosis es fundamental. Esto es:
Adquirir los alimentos en establecimientos seguros, ya que las buenas prácticas industriales minimizan el impacto del patógeno, lavar bien los vegetales,cocción correcta de las carnes y pescados ,control de tiempo y temperatura en el almacenamiento y preparado de los alimentos, evitar consumir leche sin pasteurizar así como sus derivados y lavar bien los útiles de trabajo tras manejar los alimentos crudos.

Yersinia enterocolítica.  Es una bacteria patógena responsable de la yersiniosis. La enfermedad se caracteriza por molestias gastrointestinales siendo la fiebre y el dolor abdominal síntomas omnipresentes. Carnes, pescados y leche cruda son vehículos de transmisión. Aunque no se tiene muy clara la causa exacta de la contaminación de los alimentos implicados , es indiscutible que la falta de higiene de alimentos y las técnicas de esterilización inadecuadas además del incorrecto almacenamiento, son fuente de contaminación. Por tanto, evitar la contaminación cruzada y cocinar correctamente los alimentos son las máximas en la prevención.

La típica Salmonella la revisaremos a solas, dada su extensión.





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