jueves, 26 de abril de 2012

¿ANALGÉSICO O ATENCIÓN?

Vivimos tiempos rápidos, en los que prima la velocidad y la capacidad de acción-reacción quizá más que nunca. Programamos casi todo lo programable: desde nuestra agenda hasta los electrodomésticos, de tal modo que sin nuestra presencia sea posible continuar con "el ritmo previsto".  Este tipo de vida nos dificulta el vivir el prestar atención al ahora, casi no tenemos tiempo para ello...Y entonces surge la enfermedad.

La OMS define la salud como "un estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia", por tanto todo aquello que la desequilibre nos separa de un estado de salud. Según E.Bach la enfermedad es un aviso del desequilibrio que sufre nuestro organismo, asumiendo que nuestras alteraciones no son sólo físicas, sino también emocionales y energéticas. El ser humano es un todo, no podemos separar nuestra parte física de nuestra parte mental, emocional o espiritual. Y para mantener esta unidad es importante la observación. Albert Schweitzer sostenía que todos tenemos respuesta para nuestros síntomas, pero esta respuesta, llegar al origen requiere observación y escucha activa ...escucha a nuestro propio ser.
No tomar ese analgésico para acallar el dolor sino indagar en él, averiguar qué lo origina. Aprender el mensaje del desequilibrio. Cada síntoma, ya sea físico, psíquico o emocional, nos da la oportunidad de generar un cambio en nuestra conducta. Los síntomas llaman a la puerta de nuestros patrones de conducta  para avisarnos, para llamar nuestra atención de que es necesario un cambio.
El origen de la enfermedad radica en nuestros planos mas sutiles, más en cómo reaccionamos ante los acontecimientos que los acontecimientos propiamente considerados. Los síntomas son los resultados visibles de procesos psicológicos invisibles.
Cuando nuestro cuerpo, mente, emociones y acciones están en armonía, entonces estamos en sintonía y se manifiesta la salud plena. Según nuestra forma de ver la vida, serán nuestros pensamientos y sentimientos, por tanto nuestras palabras y por consiguiente nuestras acciones.




2 comentarios:

  1. Anónimo03:16

    Cierto Beatriz.Sería bueno que todos los seres aplicaran esto en su vida,prestar atención en su cuerpo/mente e intentar identificar y entender los posibles desequilibrios,para poder actuar en hacer los cambios necesarios de conducta.Pero como tu muy bien dices,para eso se necesita conectar muchas veces con el ahora,el momento presente,y esto...en nuestra sociedad actual...está difícil.Hay que ser muy conscientes de ello,suerte que personas como tu están ahí para recordarlo.Agradezco este artículo Beatriz,ya que en este momento me pilla genial para leerlo.Voy a aplicar tus sabios consejos.Sigue con tu maravilloso blog.Gracias.

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  2. Agradezco tus palabras, creo sinceramente en la escucha de nuestro organismo, en interpretar su lenguaje por así decirlo, con el que contribuimos y ayudamos a nuestro ser a crecer.
    ¡Gracias por tu visible aportación!

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