jueves, 27 de febrero de 2014

Coaching ¿para empresas o para familias?

Ahora se habla mucho de coaching para empresas, para equipos directivos, para los trabajadores... equipo, equipo, equipo. Un equipo es un sistema grupal, y...el sistema grupal más antiguo es.... ¡¡la familia !! Anda, que curioso. Ahora que tantos problemas existen en los núcleos familiares es curiosamente cuando más problemas hay también en las empresas. ¿Casualidad? (en la que no creo) ¿ O algo más profundo se esconde tras la misma?

Entremos en materia ;)
Un sistema es la suma de pequeñas partes. Independientes, pero que interaccionan.
Alguna vez supongo, habréis oído "Qué suerte tiene esa familia, siempre le sale todo bien" o por el contrario "Qué mala suerte tienen eh? Todo les sale al revés."
La familia es un sistema abierto, en continua transformación, donde la actuación de uno incide sobre la del otro y sobre el equilibrio del sistema.
¿Existen normas en tu familia? ¿Cambiarías alguna si pudieras? En caso afirmativo, ¿Cómo harías el cambio? ¿Qué te impide que esto suceda? ¿Tu familia (propia) es heredera de costumbres y hábitos de anteriores estructuras familiares? Y..... ¿Qué lugar ocupas tú en tu familia? ¿Cuál es tu rol, cuál es tu papel? Y ¿Cómo te sientes con él?
Hay puntos de inflexión en la vida personal y en la vida familiar. Por ejemplo, la elección de pareja, la formación de la familia (aun sin hijos), la llegada de los hijos, su educación, rupturas sentimentales, mejoras profesionales, nuestros mayores (grandes olvidados... ) Son ejemplos de algunas situaciones que pueden ser gestionadas de forma diferente para lograr resultados diferentes  :)

Al igual que cada uno de nosotros es único, cada familia es única. No existe fórmula mágica. Hay que descubrir la propia fórmula magistral para cada uno y para cada familia. Hoy en día nos dejamos llevar muchas veces por la brisa que sopla (o al menos a mí me lo parece) sin rumbo claro. ¿Motivos, causas?Muchas.
Porque los roles se han difuminado, la mujer tiene un papel muy diferente que quizá el hombre aún no sabe encajar (todo es cuestión de aprender), las familias han cambiado su estructura y es posible que no siempre tengamos claro cómo actuar frente a estos cambios.
Por falta de entendimiento entre los miembros de la familia,desaparición de armonía familiar, problemas de convivencia,diálogo inexistente, pre-ocupación por los hijos,falta de cohesión, procesos de adaptación a nuevas situaciones, relaciones enquistadas ....
Escucha, intuición (sí, sí, intuición...ya hablaremos de ella), despertar o ampliar  la conciencia y responsabilidad, diálogo...en definitiva autoconocimiento y conocimiento del funcionamiento del grupo, o lo que es lo mismo, de la familia,toma de conciencia de uno y de los demás, para poder identificar dónde hay que actuar para generar un cambio, que en definitiva nos lleve a donde queremos, creciendo juntos pero no atados.





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