miércoles, 8 de enero de 2014

RETO: EMPODERARSE

Mi primera reflexión del año apunta a nuestra propia diana.
Empoderamiento es un término últimamente escuchado, pero no es nada nuevo.
Desde finales de todo diciembre y durante la primera semana de todos los eneros... muchísimas personas se plantean  (nos planteamos) cambios en sus vidas.
Y es perfecto, al menos a mí me lo parece. Sin embargo, opino que es necesario un pequeño detalle, sin el que todos esos cambios, todas esas metas, pueden caer en el olvido.
Y es que podemos desear una vida muy diferente a la que hoy vivimos, pero si no somos conscientes, si no re-conocemos que la decisión del cambio es sólo nuestra, poco vamos a cambiar. Y re-conocer es actuar en consecuencia.
Queremos una vida mejor. Hagamos cosas para que nuestra vida sea mejor.
Queremos que nuestra vida social sea mejor. Hagamos que esto sea una realidad.
Queremos que nuestra vida de pareja mejore. Actúa en consecuencia.
Queremos que nuestros hijos mejoren. Haz que sea posible, ayúdales a ser generadores de cambio.
Queremos un cuerpo "10". Ya sabes....
En definitiva, lo más frecuente es que todos queramos que nuestra vida, en todas y cada una de sus parcelas, sea mejor. Y es lo más loable, ¿qué mejor deseo que el progreso?

Pero para que algo ocurra no basta con desearlo, hay que actuar. Y si actuamos con fuerza y determinación, sabiendo con certeza que tenemos en  nuestra persona toda la fuerza que necesitamos para alcanzar aquello que queremos, seremos capaces de pasar momentos duros y difíciles de forma exitosa.
Seremos ejemplo para nuestros hijos y para quienes nos rodean, vivir un camino integrativo en el que seamos capaces de asimilar herramientas que nos permitirán enfrentarnos a situaciones semejantes bajo el prisma del equilibrio y una alta resolución satisfactoria de obstáculos, será sin duda una muestra para nuestros pequeños (y para quienes nos rodean).
Estar con nuestr@s amig@s y que te pidan la receta para tener esa "enfermiza pasión por la vida" , que te pidan "¡¡dame de eso para estar así!!" , ser un positivo empedernido  (que no un irrealista), no es más que dar ejemplo del reconocimiento de tus propias capacidades, como persona resolutiva, que persigue sus sueños, cooperativa, que se esfuerza por avanzar, que se cuida y respeta, que reconoce sus luces y sombras.
Los (grandes) cambios se logran paso a paso, pasito a pasito. Sobre todo si la meta es ambiciosa.
Busca tu pasión y vívela.
Sé consciente de tus luces y tus sombras, porque son las dos caras de una misma moneda. No existe la una sin la otra. Y las necesitamos a las dos.
Estoy completamente convencida de que en la vida es elemental avanzar cuestionándonos,no culpabilizando, cuestionar a modo de reflexión, quizá incluso "filosóficamente", porque quizá filosofía es lo que a este momento de la historia de la humanidad le falte.



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