Un viernes cualquiera, pero único.

¿Quién soy yo ? Nos preguntamos a veces. Cuando tienes un proyecto, una idea, un sueño de relativa envergadura, llega un momento, casi cuando llegas a la parte final del recorrido, en la que te preguntas... ¿Me saldrá bien? ¿Y quién soy yo para llevar a cabo todo esto que pretendo? Dicen que en realidad lo que nos asusta en este punto es que atisbamos apenas la punta del iceberg de aquello que somos capaces que hacer. Porque al fin y al cabo, también puedes preguntarte ¿Y porqué no yo?
La sociedad desde bien pequeños, antes de nacer me atrevo a decir, ya nos enseña a identificar limitaciones en  nuestros sueños e ignorar el trampolín que disponemos para que estos sueños salten a lo más alto.
Nos sentimos pequeños e insignificantes entre grandes gigantes que pisan fuerte. Pero ellos, los gigantes, alguna vez fueron pequeños, alguna vez iniciaron su camino. No nacieron en el punto donde hoy están. Y les haya costado más o les haya costado menos, lo cierto es que también han recorrido su parte del camino. No entraré en la dificultad del mismo porque son tantas las variables que pueden determinarlo...que no acabaría. Pero sí, indudablemente, ha hecho su parte. Así que... probemos.
Tu sueño...tu ilusión, lo que te hace sentir viv@... siéntelo y compártelo. La vida colocará en el camino a aquellos que lo compartirán en mayor medida e irá dejando a un lado a quienes no lo valorarán como merece. O lo que es lo mismo... con el tiempo, cada uno en su sitio.
Cada uno de nosotros aporta al mundo una sonrisa. Un punto de luz. Y cada punto de luz es único y diferente. Diferente en color, en calor, en potencia...

Yo encendí mi punto de luz.... y no lo apagaré por millones de veces que tenga que cambiar la bombilla.

¿ Alumbramos?
Feliz fin de semana :))