Escuchando a Fito pensaba sobre los sentimientos, las emociones....
Aún las más extremas no son un peligro que nos amenaza, como en ocasiones nuestra percepción de la realidad distorsiona; no son más que un diálogo con nuestra alma (que no es poco).
La ansiedad, el dolor, el miedo... son oportunidades, puertas abiertas a nuestra alma para conocernos más.
Nuestras emociones son lo que son y como son, esconden la sabiduría de nuestra esencia, y si renuncias a ellas, si las ignoras, cada momento dejará de ser el que es.
Y si no es constructivo para nuestro ser evitar o ignorar éstas, tampoco lo es anclarnos a las extremas por el otro polo. Vivirlas, sí. Y dejarlas correr. Vivir el aquí y ahora.
Tan simple como complejo desees hacerlo... vivir aquí y ahora, cada momento plenamente.
Feliz reflexión! :)
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