EMPATÍA

¿Eres empátic@?


Habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar y responder correctamente a sus reacciones emocionales...
Capacidad que tiene el ser humano para conectarse a otra persona y responder adecuadamente a las necesidades del otro, a compartir sus sentimientos e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con él...
'Ponerse en los zapatos de la otra persona' sin perder la propia identidad...
Capacidad de poder experimentar la realidad subjetiva de otro individuo sin perder de perspectiva tu propio marco de la realidad, con la finalidad de poder guiar al otro a que pueda experimentar sus sentimientos de una forma completa e inmediata...
Capacidad de escuchar al otro, sin emitir juicios ni consejos sino con un abrazo, un apreton de manos, generalmente suficiente para que ese otro solo sienta cubierta su necesidad de que en ese momento una oreja comparta ese momento y lo apoye...
Éstas son algunas de las más comunes definiciones de empatía. Las personas no sentimos igual ante una misma vivencia, interviene desde la base educativa, hasta la predisposición genética, pasando por condicionantes sociales, culturales e incluso hormonales según revelan estudios.
Sin duda, esta habilidad proporciona a las personas que la desarrollan un nivel elevado de reconocimiento social y popularidad, ya que se anticipan normalmente a las necesidades de las personas que les rodean. Aplicada con acierto facilita el progreso y desarrollo entre las personas.

SUPERHÉROES...¿SUPERHÉROES?
Superman, Thor, Hulk, Spiderman, Capitán américa, Elektra, Lobezno, Ironman, La antorcha humana... todos ellos admirables y grandes superhéroes, cuya genética ha sido modificada por el destino con el objetivo de ser mejores. Salvo uno... Batman.
La historia de un niño que utiliza su miedo más profundo para superarse, aquello que lo inmovilizaba llega a convertirse en su insignia, en su marca, en su imagen holográfica... ese niño que encaró al miedo, lo desafió y se convirtió en un héroe: Batman.
Bruce Wayne es el resultado de la metamorfosis de un niño que ningún esfuerzo requería para alcanzar sus pretensiones gracias a su estatus social. Ante una situación trágica que lo marca, decide, elige adoptar una posición muy particular: emerge la resiliciencia.
Grotberg define la resiliencia como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas; o como dijo Oscar Chapital, es la capacidad que tiene un individuo de generar factores biológicos, psicológicos y sociales para resistir, adaptarse y fortalecerse  ante un medio de riesgo, generando éxito individual, social y/o moral.
Bruce Wayne se traza un plan de acción que con paciencia y esfuerzo, persistencia y constancia cumple escrupulosamente. Batman no posee superpoderes sino que emplea su inteligencia, emplea las herramientas que posee para alcanzar sus objetivos. No usa armas de fuego. Toda su equipación es generada por él mismo. Genera por sí mismo factores que le llevan al éxito.

Ante situaciones extremas, ante situaciones únicas...generemos soluciones únicas, genuínas, con carácter, con fuerza.

¿QUIERES?  ¿De verdad tu corazón QUIERE? Entonces PUEDES.

http://www.resiliencia-ier.es/news/videos  (Resilientes que mueven el mundo)

¿ANALGÉSICO O ATENCIÓN?

Vivimos tiempos rápidos, en los que prima la velocidad y la capacidad de acción-reacción quizá más que nunca. Programamos casi todo lo programable: desde nuestra agenda hasta los electrodomésticos, de tal modo que sin nuestra presencia sea posible continuar con "el ritmo previsto".  Este tipo de vida nos dificulta el vivir el prestar atención al ahora, casi no tenemos tiempo para ello...Y entonces surge la enfermedad.

La OMS define la salud como "un estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia", por tanto todo aquello que la desequilibre nos separa de un estado de salud. Según E.Bach la enfermedad es un aviso del desequilibrio que sufre nuestro organismo, asumiendo que nuestras alteraciones no son sólo físicas, sino también emocionales y energéticas. El ser humano es un todo, no podemos separar nuestra parte física de nuestra parte mental, emocional o espiritual. Y para mantener esta unidad es importante la observación. Albert Schweitzer sostenía que todos tenemos respuesta para nuestros síntomas, pero esta respuesta, llegar al origen requiere observación y escucha activa ...escucha a nuestro propio ser.
No tomar ese analgésico para acallar el dolor sino indagar en él, averiguar qué lo origina. Aprender el mensaje del desequilibrio. Cada síntoma, ya sea físico, psíquico o emocional, nos da la oportunidad de generar un cambio en nuestra conducta. Los síntomas llaman a la puerta de nuestros patrones de conducta  para avisarnos, para llamar nuestra atención de que es necesario un cambio.
El origen de la enfermedad radica en nuestros planos mas sutiles, más en cómo reaccionamos ante los acontecimientos que los acontecimientos propiamente considerados. Los síntomas son los resultados visibles de procesos psicológicos invisibles.
Cuando nuestro cuerpo, mente, emociones y acciones están en armonía, entonces estamos en sintonía y se manifiesta la salud plena. Según nuestra forma de ver la vida, serán nuestros pensamientos y sentimientos, por tanto nuestras palabras y por consiguiente nuestras acciones.

SONREIR NO PASA DE MODA

¿Qué sientes cuándo te sonríen?
¿Cómo te sientes cuando sonríes?
Cuando tus ojos tropiezan con otros ojos y estalla la sonrisa, ¿Identificas la emoción que sientes en tu corazón? En ese momento no hay miedo, ni tristeza, ni crisis, ni problemas... sólo dos seres humanos compartiendo un momento de felicidad.
Sonreimos para agradar. Sonreimos para exteriorizar nuestra felicidad, para acortar distancias. Es probablemente la expresión más elevada que muestra nuestro bienestar con nosotros mismos, con los demás y con la vida.

"Si no sabes sonreir, no sabes vivir." Phil Bosmans.

Las personas exitosas siempre viajan con una sonrisa natural, una sonrisa sellada de autenticidad.

 VIVIR CONSCIENTEMENTE
¿ Somos como nos sentimos?

Ser lo que realmente quieres ser, hacer lo que realmente te identifica, aquello que te satisface y que te hace sentir plen@, estar con quienes deseas estar,  ser un@ mism@, conscientes de las consecuencias.
¿Cuántas veces hemos sentido que vivimos de forma mecánica?
Ser conscientes de nuestros actos, respirar conscientemente, alimentarnos conscientemente... escuchar nuestro cuerpo...requiere parar
Cuando "nos paramos" y somos  conscientes de nuestra respiración, somos conscientes de nuestro momento presente, no estamos en el pasado ni en el futuro, estamos  más conectados con nosotros, más atentos a nuestro presente.
Nuestra forma de respirar cambia según nuestra actividad, y si aprendemos a respirar conscientemente podremos ser más eficaces en las respuestas de nuestro día a día y en el modo que consumimos nuestra energía.
Dominar nuestra forma de respirar es, queramos o no, aumentar nuestra eficiencia diaria: un deportista que aprende a regular su respiración aumenta su rendimiento, un músico que aprende a regular su respiración aprende a dominar la materia prima de su trabajo...
Sé como quieres ser. Adoptando una actitud recta contig@ mism@, concentrando la energía en aquellas decisiones que te llevan a tus metas, tal vez con cierto ímpetu pero siempre comprometid@ con tus objetivos, escuchar tus deseos, buscar, aceptar y defender tus ideas e ideales. En definitiva, ser un@ mism@.
Alimenta tu cuerpo conscientemente. ¿Para qué comes? ¿Cuándo comes? ¿Qué comes...?Comer lo que necesitamos, cuando nos apetece y de calidad es muy distinto a comer hasta la saciedad, "cuando toca" y lo que sea.

“La mayor parte de la gente vive, tanto física, intelectual o moralmente, en un muy restringido círculo de su potencial real. Utilizan de manera muy limitada su capacidad de consciencia y en general, los recursos de su espíritu.
Es como el hombre que, de todo su cuerpo, cae en el hábito de utilizar, solo su dedo pequeño”.
William James.


  Siempre somos libres de elegir...